—¿Cuál es la naturaleza de la vinculación entre el fujimorismo y el tráfico ilícito de drogas?
—Me quedan dos cosas claras. Entre los noventa el Perú fue un narcoestado, no solo por el narcoavión presidencial y los 174 kilos de clorhidrato de cocaína que iban a ir a Rusia, o los tres narcobuques de la Marina detectados e intervenidos o los helicópteros que transportaban la pasta rumbo a las pistas de aterrizaje en el Alto Huallaga, Huallaga Central, Bajo Huallaga -en total eran alrededor de 24 pistas de aterrizaje para avionetas colombianas-, el cobro de cupos no solo a Vaticano porque si él pagaba 50 mil dólares mensuales, cada narcotraficante que tenía en uso una pista pagaba esa misma cantidad, sumando daba una cantidad de dinero colosal.
Aparte tenemos el tema de Fernandinho, quien había sido financista de los 50 mil fusiles que iban como contrabando a las FARC colombiana y que al final se reveló, y el propio expresidente colombiano Andrés Pastrana sindicó directamente, que Fujimori y Montesinos fueron los que compraron estos fusiles con dinero de Fernandinho que era un narcotraficante brasileño en ascenso, Montesinos había sido abogado de varios narcotraficantes, sobre todo de El Padrino Reynaldo Rodríguez López, del que fue abogado en la sombra, no formal. Él fue abogado de muchos narcotraficantes, entonces el gobierno fujimorista de ese entonces fue un narcogobierno, un narcoestado.
—Pero parece que sus nexos continúan porque una vez que cayó Fujimori vemos más casos…
—Parece que estamos frente a un narcopartido, eso es lo que parece ser, como lo fue el APRA de los 80 con Carlos Lamberg quien financió la campaña de Armando Villanueva del Campo o como lo fue la alianza Acción Popular-PPC con Mosca Loca, quien financió en gran medida la campaña de esa alianza. Ahora con el fujimorismo es mucho más claro.
A lo largo de los últimos 35 años ha habido partidos que el narcotráfico ha controlado.
Los Fondos de la campaña de Fuerza Popular del 2011 están siendo investigados por lavado de activos y no hay forma de explicar esos gastos o los aportes pues hay aportantes que no han podido haber aportado las sumas que dicen en Fuerza Popular.
Sobre el caso Olluquito, él está absuelto y por lo tanto no podemos decir que es narcotraficante. Sus hijos también están absueltos porque también estaban dentro de la investigación pero ¿por qué están absueltos? ¿quién pidió que se los absolviera? Keiko Fujimori. Con la presión de la hija del propio presidente, que manejaba todas las instituciones, ahora entendemos por qué está absuelto.
Pero sí dejaron la sospecha de cómo Olluquito y sus hijos salieron inocentes, después de que sabemos la enorme cantidad de cocaína que hubo ahí. Quienes han pagado los platos rotos han sido los trabajadores cuando todos saben que los trabajadores no pueden mover un cargamento de más de 200 kilos de clorhidrato de cocaína.
—¿Y en el caso de Limasa (donde se encontró casi cien kilos de cocaína en un contenedor)?
—Kenji fue accionista de Limasa, y Miguel Ángel Ramírez Huamán fue uno de los gerentes del directorio. Solo en el Perú ocurre que no hayan sido incluidos en la investigación.
—Incluso en la Comisión de Ética lo libraron a Kenji…
—Ya sabemos cómo es esa Comisión de Ética, no sirve para nada salvo cuando se puede hacer leña de congresistas indefensos como ha sido un discapacitado congresista que lo sacaron.
—¿Mucho más grave es que te encuentren en tu empresa 98 kilos de cocaína ¿no?
—98 kilos de cocaína encontrados en uno de los almacenes de Limasa, del que ellos dicen pertenecen a otra empresa y es como pretenden limpiarse, pero si lo han contaminado de cocaína en el almacén tiene que haber una responsabilidad porque esto en cualquier país sería un escándalo. Kenji debió dejar de lado su inmunidad parlamentaria y allanarse a una investigación, Kenji no es cualquier persona a pesar de que no es un tipo de gran talento intelectual, él es el segundo hombre de Fuerza Popular.
—Además, su socio es el primo de Joaquín Ramírez, son familiares, y este señor Joaquín Ramírez, de cobrador de combi a magnate…
—Lo mismo está pasando con Miguel Ángel Ramírez Huamán quien fue sindicado como presunto actor intelectual de la muerte de Luis Choy. Él, entre otros, se desapareció de la escena y ahora sabemos que tiene 14 empresas, o sea en los miembros del clan Ramírez las empresas surgen por generación espontánea, de la nada tienen empresas y plata.
—¿En este ajedrez del narcotráfico el clan Fujimori es el encargado de vincularlos con la política?, ¿se sirve de la plata del narcotráfico?, ¿cuál es el papel en el narcotráfico de la familia Fujimori?
—Creo que es el mismo papel que Alberto Fujimori y Montesinos cumplieron, recibían los cupos a cambio de protección política. El político es quien le va a proteger el negocio, esa es su función. El narcotráfico solo puede operar mediante dos condiciones: un enorme soporte empresarial y empresas de fachada para lavar y por el otro lado necesita de protección política y eso es lo que Vaticano dijo: “yo solamente podía haber actuado porque tenía protección, porque el gobierno me permitía”.
—Hasta que dejó de pagar…
—No quiso pagar porque le querían cobrar 100 mil dólares mensuales por el uso de la pista de aterrizaje en Campanilla, porque querían llevarlo al doble de 50 mil dólares mensuales a 100 mil dólares, y obviamente esa no es una decisión unilateral de Montesinos, esa ha sido una decisión con Fujimori.
—¿Entonces la fortuna Fujimori viene en gran medida del narcotráfico?
—Sí, tiene de las dos fuentes, la del erario nacional, de los recursos de todos los peruanos y de la fuente del narcotráfico.
—¿Si gana Keiko Fujimori todas esas redes van a buscar nuevamente protección política en el más alto nivel?
—Todas esas redes, con excepciones, están articuladas hoy en torno a Fuerza Popular. En mi investigación logré identificar 49 narcocandidatos en 18 regiones del Perú en la primera vuelta, de estos 49, diecisiete eran de Fuerza Popular. Eso es la primera parte, hasta el mapa nacional de narcocandidatos en el Perú, pasa el 10 de abril y de los 49 narcocandidatos han sido elegidos 21, con tendencia a crecer, claro, y de Fuerza Popular son 14.
—Son mayoría…
—Sí, Fuerza Popular tenía 17 narcocandidatos y 14 han resultados elegidos y de ellos diez son patrones de clanes, lo que quiere decir que los narcos hoy están postulando a ser alcaldes, gobernadores regionales, congresistas y hasta presidentes.
—Como Pablo Escobar, que llegó a ser diputado…
—Pablo Escobar postuló al Senado en el año 82, lo que está ocurriendo en el Perú es la reproducción del modelo Pablo Escobar pero superando el modelo porque Pablo Escobar a las justas llegó al Senado y fue senador suplente o sea él nunca postuló a la presidencia colombiana. Después el cártel de Cali va a tener bastante influencia en la política colombiana pero nunca un jefe de un cártel había pasado a ser candidato a presidente, aquí en el Perú sí. En estas últimas elecciones hemos tenido cinco candidatos presidenciales financiados por el narcotráfico, uno de ellos es Keiko Fujimori.
—¿En esta segunda vuelta, PPK no tendría relación con el narcotráfico y Keiko Fujimori sí?
—Ha habido presencia de narcocandidatos en (las listas de) PPK pero no en la dimensión de Fuerza Popular. Es que los narcos lo que buscan es la posibilidad de entrar a cualquier partido que tenga la posibilidad de colocar congresistas, obviamente lo primero que está en su evaluación costo – beneficio es entrar al partido que vaya a ganar las elecciones para tener mayor incidencia política. En segundo lugar van al partido que los puedan catapultar al Congreso donde encuentran inmunidad parlamentaria que en realidad significa impunidad.
—¿En este caso que están investigando a Joaquín Ramírez, nada más y nada menos que la DEA. Además tenemos de embajador a Brian A. Nichols que es una persona bastante entendida, por no decir uno de los zares antidroga en Estados Unidos, y quien visitó a Keiko Fujimori con dos agentes de la DEA como para decirle “te tenemos vigiladita”. ¿Esta investigación de la DEA en qué puede derivar?
—La investigación a Joaquín y otros miembros de la familia Ramírez, que al parecer ya incluye a Fidel Ramírez, el rector de Alas Peruanas, que tiene una línea aérea, un imperio económico; la investigación solo está tocando la punta del iceberg, es decir el hilo de la madeja. Esto es muy poderoso y si se indaga más el clan Keiko también financió a dos candidatos en San Martín. Es un poderoso cártel que ha tenido en su poder 37 aviones, una flota de aviones, que operaban entre Centro América y Miami porque es la ruta de la cocaína. Evidentemente aquí estamos hablando de carteles peruanos.
—¿Pero vinculados con el fujimorismo?
—Claro, ha habido un debate en los últimos años si hay carteles peruanos y la respuesta siempre ha sido “no”. En los 80 y 90 han sido los carteles colombianos, del 2000 hasta la actualidad han sido los carteles mexicanos y tercero los carteles brasileros pero lo que no nos habíamos dado cuenta es que tenemos carteles peruanos, y este proceso de investigación está empezando a perfilar a estas organizaciones transnacionales pero de origen peruano vinculadas al más alto nivel de la política y que quieren estar muy cerca del presidente, como lo fue anteriormente Montesinos, quieren estar a ese nivel.
—¿Cuál es el riesgo para el Perú?
—Si fuimos un narcoestado en los 90, yo creo que el riesgo que representa Fuerza Popular y Keiko es volver a ser un narcoestado y eso es lo que está en juego. Un gobierno de las mafias del narcotráfico, que es distinto al “roba pero hace obra” porque esta vez van a ser los clanes más poderosos del narcotráfico peruano, que están en un proceso de cartelización, los que van a tener el gobierno.
Fuente: http://diariouno.pe/
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